Qué es slow travel: viajar sin prisas

 

Te levantas a las 6:00 am, desayunas en 30 minutos, tomas un camión, llegas a un gran monumento y te tomas una foto, vuelves a tomar un camión para ir a otros lugares relevantes, comes en 30 minutos, vuelves a tomar tu ruta, llegas a un «must» de tu lista, esperas 1 hora para poderte tomar la foto, sigues tu camino con prisas porque aun te faltan varios lugares que «tienes que conocer», visitas los más que puedes, llegas cansado a tu alojamiento, te tomas una cerveza, te desvelas escogiendo la mejor foto para compartirla en redes sociales, te duermes. Despiertas y repites lo mismo.

 

Seguramente alguna vez has tenido unas vacaciones así, en las que regresas de tus vacaciones más cansado de lo que estabas cuándo te fuiste. Muchos Godínez llevan una vida agitada y estresante, y cuando tienen tiempo de irse vacaciones, aún estando en un destino soñado, esa prisa continúa. ¿Cuál es la solución a esto? ¡el slow travel!

 

De qué trata el slow travel

Como su nombre lo indica, se trata de una forma de viaje en la que el objetivo no es conocer el mayor número de lugares posible sino disfrutar al máximo cada lugar en el que estés, no es algo fugaz ni irrelevante, se trata de todo un movimiento que toma cada vez más fuerza alrededor del mundo.

El argumento principal del slow travel es romper con el estilo de viaje en el que los viajeros llegan al destino con una lista de «lo que hay que hacer»,tomarse una foto para las redes sociales y seguir hacia el siguiente punto, en contraste, el slow travel propone descubrir, disfrutar y sorprenderse con los lugares que se visitan, integrarse lo más posible.

Un dato curioso: El slow travel nació como consecuencia del “slow food movement”, el cual comenzó en Italia en la década de 1980 como una protesta contra la apertura de un McDonald’s en Roma. El objetivo era preservar la cocina regional, la agricultura local y las recetas tradicionales para preparar los alimentos.

Dicha iniciativa cultural dio como resultado todo un estilo de vida conocido como “slow movement”, que enfatiza la conexión con la comida, la conexión con las familias y, en el caso de los viajes, la conexión con la gente y la cultura local

La magia del slow travel

La magia de este tipo de viaje radica en poder disfrutar el lugar que estas visitando, conocer la cultura, probar cada uno de sus sabores, es gozar al máximo tu viaje y volverlo una experiencia inolvidable. Aquí no aplica el incluir tantos lugares como sean posibles, así que, si eres de los que prefieren conocer 8 ciudades en 4 días, el slow travel no es lo tuyo. Al final este tipo de viaje tiene que hacer match con tus gustos y preferencias, digamos que además de ser una forma de viajar también es un “mindset”.

Lee aquí la diferencia entre viajar y turistear.

 

 

Cuatro ventajas del slow travel.

1. Conoces nuevos lugares y exploras nuevas culturas de un modo mucho menos estresante y cansado.

No te necesitamos decir mucho en este punto, el slow travel te va a permitir disfrutar mucho más los lugares que visitas, además de adentrarte en la cultura de cada región.

 

2. Te permite viajar de una manera más responsable con el ambiente.

Por poner algunos ejemplos, entre más aviones tomes más contribuyes al calentamiento global, pero si lo sustituyes por una bici o tus pies para desplazarte dentro de un solo lugar la cosa cambia, otro ejemplo pueden ser los barcos ¿tomar un barco o un ferri para lograr una selfie, admirar lo que sea que haya por 3 minutos para después tomar el ferri de regreso?, sólo resulta en más contaminación para los océanos.

Puedes leer aquí un poco más sobre turismo responsable.

 

3. Es más amigable con tu bolsillo.

Quedarte en un mismo lugar por una semana o más reduce automáticamente los costos de trasporte, además cuando viajas así es muy conveniente quedarte en un lugar con cocina, así podrías tener snacks a la mano o cocinar tu propio desayuno para no gastar en hacer todas las comidas fuera. Airbnb ofrece muy buenas opciones de departamentos completos o habitaciones privadas con cocinas equipadas.

 

4. Te darás la oportunidad de salir de tu zona de confort.

Acercarte a una nueva cultura es mucho más desafiante que simplemente recorrer los principales sitios turísticos. El slow travel implica situaciones como el tener que atreverte a superar las barreras del idioma, las diferencias en las costumbres y otros posibles obstáculos que encontrarás al querer establecer conexiones reales con la gente que vas a conocer.

Slow travel con pocos días de vacaciones

Ok, sabemos que generalmente los Godínez gozan de pocos días de vacaciones y esto del slow travel suena a que necesitas meses, la realidad es que no, puedes viajar lento sin importar los días, aquí un ejemplo:

Imagina que decides tomarte 15 días de vacaciones, días que decides pasar en una isla paradisiaca como Indonesia, donde cada mañana podrás despertarte y tomar uno de los muchos tipos de café o té que existen, mientras contemplas alguna terraza de arroz, una playa azul turquesa, un templo hindú o a los surfers en acción, seguido de un desayuno orgánico con frutas exóticas de la región; por la tarde tienes varias opciones, como una clase de yoga, una clase de surf, un día en la playa, un día de cascadas, un día de templos, un día para aprender a cocinar platillos tradicionales o hacer un tour gastronómico, cerrando el día con un delicioso masaje en un spa rodeado de jungla.

¿Te gustó la idea? 15 días de goce sin tener que pasar la mitad en aeropuertos y traslados, ¿no te encantarían unas vacaciones de ese tipo?, dejando totalmente de lado el llegar a una ciudad sólo para tomarte un par de selfies y pasar inmediatamente a la siguiente ciudad, es decir sólo turistear de prisa y no precisamente viajar y disfrutar.

 

¿Qué opinas?¿se te antoja un slow travel?

 

[ss_social_follow size=small shape=rounded]